Quito Tiene que Crecer P’arriba Para Descongestionarse

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 Mi perrita contempla el diseño urbano en Quito desde el teleférico 

Por @EcuaMatt

No todas las soluciones al tráfico tienen que ver con carros, vías o transporte público.

De hecho, a veces la gente se queja del tráfico y, momentos después, lamenta la distancia que tienen que recorrer para llegar al aeropuerto. Aunque no parecen, los dos temas son 100% vinculados.

Aunque yo también lamento tener que ir hasta Tababela (yo lo hago 2-3 veces al mes) para volar, es mucho mejor que la alternativa.

Primero, el viejo aeropuerto Mariscal Sucre tenía la pista más corta de una ciudad capitalina en el mundo, lo cual en sí representa un riesgo.

Ese riesgo es aún peor cuando tomas en cuenta de que la velocidad absoluta de un avión que aterriza a 2500 metros es mucho más que un avión que aterriza en Guayaquil, por ejemplo.

Es decir que el avión llega a una velocidad más rápida con menos tiempo para frenar.

Si llega un avión con necesidad de hacer un aterrizaje de emergencia, pone en riesgo toda la área urbana alrededor del aeropuerto. Sin decir más, tener el aeropuerto dentro de la ciudad fue un desastre a punto de ocurrir. Sacarle de la ciudad fue la decisión correcta.

Pero más que el peligro, la presencia del aeropuerto en la ciudad limitaba el tamaño de edificio que podemos construir en Quito, y la consecuencia es dispersión urbana. La dispersión es mala por varias razones.

Por un lado, la dispersión hace que la gente tiene que viajar distancias más largas para transitar entre su trabajo y su casa, lo cual causa congestión. Descongestionarnos no es solamente quitar carros de la vía, pero también cortar las distancias de los viajes recorridos y la cantidad de viajes hecho al día.

A la vez, la dispersión causa que el valor de la vivienda suba, porque estamos sacando menos valor de cada terreno.

En la actualidad un terreno de 200 metros cuadrados puede, con un edificio de 12 pisos, tal vez puede sostener a 75 personas. Si logramos duplicar el numero de personas que ocupan ese terreno, el costo para el constructor baja, el costo de servicio para el municipio baja, y el costo para el comprador baja.

El costo no es el único beneficio. Si podemos crear más densidad, podemos crear más oportunidades locales, porque los negocios locales tienen acceso a una masa crítica más grande.

Zonas más densas también se vuelven más peatonales, y eso hace que la gente salga en su carro menos. Si puedes lograr hacer las compras en un lugar cercano, ya no tienes que salir en el carro.

Las zonas más peatonales son más seguras, porque mientras mas ojos tienes en las calles, menos oportunidades tienen los ladrones.

Si al contrario la ciudad dispersa, el costo para el municipio aumenta porque tiene que hacer llegar sus servicios dentro de un territorio mucho más grande. El costo para cada metro cuadrado sube tanto para el municipio como para los constructores, porque la rentabilidad de cada proyecto disminuye bastante.

Mientras la densidad es deseable, tenemos que lograrla de una forma inteligente.

Es necesario, por ejemplo, buscar el equilibrio correcto entre espacio comercial y residencial para permitir que la gente viva más cerca a donde trabaja. También tenemos que proteger líneas de vista para que la Pichincha, en toda su gloria, no desaparezca de nuestra vista ni nuestra imaginación.

A la vez, si construimos edificio más altos tenemos que contemplar la necesidad de empezar a incluir sistemas de calefacción, dado que edificios en el piso 20-30 necesariamente van a hacer más frío.

Con mi papá instalamos en su garaje un sistema de calefacción en el piso, que incluye un tubo conectado a un tanque de agua.

Prendes el tanque y el agua caliente circula por el piso, calentando a todo el espacio. No es solamente económico, es también más ecológico y sería fácil de incluir en la instalación de nuevos edificios.

Como he dicho varias veces en este blog, no hay una solución al tráfico en Quito, ni una varita mágica que nos hará volver a la ciudad que teníamos hace 10 años. Hay varias soluciones que tienen que coincidir para hacer un cambio del largo plazo.

Debido a eso, Quito necesita empezar a pensar como una ciudad grande, y parte de ser una ciudad grande es desarrollar densidad sana y productiva.

Parte de la magia y energía de Nueva York, por ejemplo, viene de su densidad que es producto de ser una isla que tiene límites de crecimiento de espacio muy marcados. New York, por ende, valora cada metro cuadrado que tiene y busca cómo sacar máximo provecho de cada espacio.

Quito, en cambio, ha creciendo bajo la idea de que siempre podemos expandir en el norte y en el sur. Esa expansión, no obstante, solamente sirve para agravar el tráfico.

La gente que ha salido al valle, en cambio, son víctimas de la gente que les sigue. Mientras más gente va a vivir en los valles, más van a sufrir todos los que dependen de carros particulares para transportarse entre su trabajo y su vivienda.

Hay que crecer p’arriba entonces. Gwen Stefani lo ha dicho mejor:

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Acerca de Matthew Carpenter-Arevalo

A former Google and Twitter manager, Matthew Carpenter-Arévalo is the founder and CEO of Céntrico Digital, a managed marketing services company.
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Una respuesta a Quito Tiene que Crecer P’arriba Para Descongestionarse

  1. Jotace dijo:

    Aun sin considerarme un experto en planificación urbana o movilidad y sin tampoco tener de momento algún buen aporte buscando soluciones al tema propuesto pienso que como Quiteño, ciudadano residente y actor responsable puedo elevar algunos puntos de vista personales.

    Empezaré a decir que mientras leía se me ocurrían comentarios al artículo que iban y venían en cambiante dirección mientras cubrías tu artículo.

    Lo primero fue recordar el tema del peligro del aeropuerto inmerso en la ciudad, cosa que causó gran debate cuando se corrieron las primeras voces del proyecto del nuevo aeropuerto en una administración anterior a la de Barrera. El proyecto una vez lanzado tuvo entonces una tortuosa ruta que para conocerla puede tomar un tiempo considerable, hay muchos artículos de prensa sobre ello, yo dejo un articulo de critica a la construcción del aeropuerto de esa época: http://goo.gl/JMBzKQ

    Luego está el tema de la dispersión, siempre he pensado que es un error hacer crecer la ciudad hacia los extremos periféricos creo que el mercado de Bienes Raíces y su distribución tienen que ver con este asunto, hay muchas empresas involucradas en esto pero solo mirando un poco te das cuenta de que son pocas las que tienen el monopolio de la construcción y de la venta. Y esas pocas también tienen sectores que han reclamado para si a través de algunos años, si esto está ligado o no a la corrupción es un tema que siempre me ha intrigado, tengo muchas sospechas de que si pero me faltan muchos elementos de juicio para concluir eso finalmente.

    Lo que si es evidente es el poder que esas pocas empresa tienen en cuanto a bienes raíces toca en Quito y Ecuador y que de ninguna manera sus esfuerzos tienen otro fin que no sea el de lucro, sus contactos con el municipio y organismos legales son suficientes unicamente para conseguir el avance acelerado de sus proyectos y el mantenimiento de su hegemonía.

    El gobierno tiene planes de vivienda pero no están apuntados para nada a re-ordenar un crecimiento en el casco urbano principal, o si es así desconozco las propuestas. Cada vez miro proyectos mas lejanos del centro comercial y cada vez veo mayor crecimiento longitudinal, con los problemas de movilidad que eso implica.

    Moverse hacia una política que permita hacer lo que tu propones, que la gente viva cerca de sus trabajos, que los edificios alberguen a mas personas, que las calles se conviertan en peatonales fortaleciendo el transporte urbano es un tema que necesariamente tendría que pasar por el ejercicio de restar algo de poder a los grupos que menciono, grupos que por su engarce económico y político tienen raíces dentro y fuera del gobierno actual, y aun cuando estén cercanos a ti y a mi, yo los veo como intocables.

    Si lo que propones se llega a dar será unicamente porque a la empresa privada le conviene y se hará bajo sus términos a menos de que la administración pública tome un camino determinante orientado a cambiar esa realidad acaparadora con un real espíritu de liderazgo cosa que de momento veo sin posibilidades.

    El hecho de que haya una consciencia real de toda la problemática si puede empezar a generar un movimiento que en algunos años consiga que se mire de manera distinta la evolución de esta ciudad, creo que es el momento de que con el único interés de ver crecer a nuestra urbe lejos de un final caótico, los que nacimos en la ciudad y los que vivimos en ella nos juntemos en células no alineadas con partido político alguno para empezar a crear acciones concretas que apunten a conseguir mejores días para nuestra vida en Quito, ¿Será eso posible?…

    La densidad con crecimiento ordenado se escucha muy bien, Quito tiene ya una belleza inherente pero no es ni de lejos una ciudad inteligente, para que la renovación se de, no hace falta solo el cambio de mentalidad de los ciudadanos sino una conmoción en el manejo de los estamentos públicos y privados involucrados a un nivel tan alto equiparable con la ficción de una película de Batman, hay que ir por ello y seguir tocando el tema para conseguir que otros involucrados se motiven a pensar en posibilidades y en una política publica que de a poco convierta en viable alguna solución, «nuestros hijos lo merecen», tan solo ese último argumento nos debería mover a la acción, un abrazo.

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